FUNDACIÓN ARQUEOLOGIA URUGUAYA
  Artefacto litico inusual
 

ARTEFACTO LÍTICO INUSUAL

El artefacto lítico que se hará referencia en este artículo fue hallado en el sitio arqueológico o paradero indígena conocido como isla de Arrospide, ubicado en el lago artificial formado a raíz del embalse de la represa de Rincón del Bonete, en el Depto. de Tacuarenbó. Esta represa, inaugurada en el año 1945, elevó el nivel natural del Rio Negro hasta la formación de un espejo de agua de 1.100 Km2. Este cambio de nivel de las aguas trajo aparejado, entre otras consecuencias, que algunas cuchillas o elevaciones que bordeaban el curso original del río se convirtieran en islas como la arriba mencionada.
La acción del oleaje provocó una constante erosión de las riberas del lago islas, y las constantes variaciones de altura de las aguas coadyuvaron a la ampliación de los sitios arqueológicos ya existentes y a la aparición, debajo de un manto de sedimentos de espesor variable, de un número importante de nuevos sitios anteriormente ignorados.
El contexto arqueológico al cuál está integrado este artefacto, especialmente en el sitio del hallazgo, se caracteriza por una gran diversidad de artefactos. Es común en los yacimientos de esta área central del Uruguay la presencia de puntas de proyectil líticas de variada morfología, pedunculadas y apedunculadas, asociadas a un profuso instrumental integrado por raederas, raspadores y cuchillos. Igualmente, y en las mismas condiciones de hallazgo, cabe mencionar la presencia de boleadores, lenticulares (piedras de honda), molinos, morteros, sobadores, etc. También es frecuente el hallazgo de restos cerámicos.
Morfológicamente se puede definir a este artefacto como un gran bifaz de forma lanceolada y de sección lenticular. Sus medidas son:
Largo: 253mm
Ancho máximo: 128 mm.
Espesor máximo: 34 mm.
Peso: 1.330 gr.
Está elaborado a partir de un bloque de caliza silicificada de color grisáceo, recubierto por una pátina brillosa muy intensa. Por tratarse de un artefacto bifacial, ambas caras difieren muy poco entre si. Una de ellas, la denominada cara B presenta en su superficie tres oquedades de tamaño diverso. Es bien visible la huella de extracción de lascas de adelgazamiento en las dos caras, así como un cuidadoso retoque de regularización en los bordes.

Dadas las condiciones del hallazgo, en donde probablemente existe mezcla de contextos, es prematuro, hasta la aparición de artefactos similares, asignarlo a determinada modalidad cultural. Pertenece a la colección particular de Ugo Meneghin.


 
 
   
 
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